black midi revela una conspiración épica en «Eat men eat»

La banda formará parte del Corona Capital 2022

Crédito: Atiba Jefferson.

Confirmada como una de las bandas que formarán parte de la decimosegunda edición del Corona Capital, cuyos boletos están volando o, puede que ya se hayan agotado para cuando leas esta nota, black midi ha reaparecido con Eat men eat, un episodio más de su nueva temporada musical llamada Hellfire, álbum que estará disponible a partir del 15 de julio, vía Rough Trade.

Musicalmente, Eat men eat es una fusión de rock y flamenco, éste último género era el nombre temporal que recibió el tema en sus primeras interpretaciones en directo. La letra, escrita por Cameron Picton, cuenta la historia de la búsqueda de una pareja para superar a un militarista jefe de minas, maldecido con una lengua de ácido al igual que con su incómodo refunfuñar interno. La canción también cuenta con más de 50 grabaciones enviadas por fans colocadas en capas al final de la pieza, además de palmas y otros elementos percusivos proveídos por Demi García Sabat.

La historia empieza en el desierto con dos personas absortas en la búsqueda desesperada de sus amigos ausentes. Su búsqueda los lleva a unas instalaciones de minería en donde, a pesar de una escasez de recursos naturales en el área, abre sus puertas para que incluso anfitriones más extraños les den la bienvenida. 

Esa noche, con cero señales de sus amigos, el capitán cascarrabias de la mina les ofrece un festín masivo, quien da un discurso largo en donde los incita a darse el gusto ya que es la último noche de los trabajadores antes de regresar a sus familias. Con buenas razones para sospechas, los protagonistas fingen glotonería y consumen lo menos posible. Desafortunadamente, como lo averiguan más tarde, eso no es suficiente. Cae la noche, se esconden y cuando los trabajadores quedan comatosos, los guardias, supervisados por el capitán, hacen las preparaciones para bombear sus estómagos envenenados. Resulta que el propósito de la mina es procurar un exceso de ácido estomacal humano usado en la producción de un vino rojo sangre bastardeado, vendido y amado en la región. 

Después de que se revela la conspiración más grande y tras darse cuenta que sus amigos han de estar fallecidos desde hace tiempo, el par decide que deben destruir las instalaciones. Una herramienta hace el trabajo, sin embargo, mientras uno de los hombres experimentando efectos sutiles del veneno y la producción de ácido en su estómago entra en estado frenético. Mientras su pecho literalmente burbujea él dice lo que podía ser su último adiós a su y el otro hombre se queda haciendo el trabajo a solas.

Él triunfa y mientras huyen, brazo a brazo, el capitán demonio eructa de las brasas y maldice a los dos hombres al infierno de un reflujo incapacitante por el resto de sus días. Pero ellos no tienen razón para preocuparse, ya que están seguros de que regresarán a casa elogiados -. Cameron Pincton.

Escrito en aislamiento en Londres tras el lanzamiento de Cavalcade el año pasado, Hellfire construye sobre los elementos melódicos y armónicos de su antecesor, mientras expande la brutalidad e intensidad de su debut, Schlagenheim Como lo describe Greep: “Si Cavalcade fue un drama, Hellfire es como una peli de acción épica» que indaga en temas como el dolor, la pérdida y la angustia. Mientras que las historias de Cavalcade se contaron en tercera persona, Hellfire se presenta en primera persona y nos cuenta relatos de personajes moralmente sospechosos. Hay monólogos dramáticos directos que apelan escandalosamente a nuestro sentido degradado del bien y el mal. Nunca estás del todo seguro si reír o estar horrorizado. Temáticamente, este es su álbum más cohesivo e intencional.

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