Coral Fuzz desata la euforia setentera con «You’re so high»

La banda griega trae de vuelta la fiebre del reverb

Coral Fuzz

Alex Popotonasiou, protagonista del clip de "You're so high".

En el submundo del psych rock contemporáneo, donde el pedal de fuzz es la biblia y el eco la promesa, hay bandas que no solo rinden tributo a la era dorada de los sesenta, sino que la reviven con una urgencia innegable. Desde las profundidades del garaje europeo, Coral Fuzz ha consolidado su posición como un pilar del sonido neopsicodélico. Su más reciente ofrenda, el sencillo de 7 pulgadas You’re so high / Mystic eyes, es una cápsula del tiempo que será lanzada a través de la casa disquera Sunnyboy66 Records.

Cara A: La euforia cruda de You’re so high

You’re so high, el corte principal de este vinilo, es un himno cargado de actitud y resonancia. La canción es una embestida de garage psych empapada en reverberación que, fiel a su nombre, se eleva hacia un estado de euforia sónica. Desde los primeros segundos, la pista establece un ritmo frenético, impulsado por una batería potente y una línea de bajo que ancla el caos melódico de las guitarras. El sonido es deliberadamente sucio, con ese característico fuzz que parece desbordarse del amplificador, honrando a los grandes del género como The 13th Floor Elevators o The Seeds, pero con una ejecución pulida que solo una banda con la química de Coral Fuzz puede lograr.

La voz, envuelta en capas de eco, opera casi como un instrumento más, guiando al oyente a través de una atmósfera densa y alucinatoria. You’re so high es un bocado corto, directo y altamente adictivo; un grito de libertad que reafirma la habilidad del trío griego (George, Manos K y Argyris) para componer pepitas de oro instantáneas que se sienten tan frescas como vintage.

El viaje visual de Alexandros Voutsinas

El impacto del sencillo se amplifica gracias a su acompañamiento visual. El videoclip oficial de You’re so high, dirigido y editado por Alexandros Voutsinas y protagonizado por Alex Popotonasiou, es el complemento estético perfecto para la vorágine sónica de la banda.

Fiel al imaginario del psych de los 60, Voutsinas teje un tapiz visual que juega con la saturación, los filtros de color vintage y las texturas granuladas, transportando al espectador a un estado alterado de conciencia. La cinematografía se enfoca en la intensidad de la interpretación y el movimiento hipnótico, usando probablemente la técnica de doble exposición o cortes rápidos y psicodélicos que imitan el pulso de la canción. La figura de Alex Popotonasiou sirve como el eje narrativo o el vehículo de la euforia, encarnando la «actitud cruda» de la pista, mientras las luces y los efectos visuales pulsan al unísono con el riff abrasador. El video no busca contar una historia lineal, sino evocar una sensación: la de estar al borde de una revelación, un viaje de alta intensidad que culmina justo cuando el último acorde se desvanece en la distorsión. Es una declaración visual que demuestra que el estilo psicodélico no es solo auditivo, sino una experiencia multisensorial completa.

Cara B: La hipnosis de órgano en Mystic Eyes

En el reverso del vinilo, Mystic eyes ofrece un contrapunto más oscuro y embrujado, demostrando la versatilidad de Coral Fuzz dentro de su nicho. Mientras You’re so high era una carrera al sol, Mystic eyes es un descenso a un sótano iluminado por una luz parpadeante.

La pista es notable por la prominencia de su órgano farfisa, un elemento clave del garage psych sesentero, que crea una atmósfera hipnótica y envolvente. La letra, descrita como algo que «perseguirá mucho después de que se levante la aguja», sugiere una introspección más profunda, un tono lírico que contrasta con la inmediatez eufórica de la Cara A. Es un ejercicio de psicodelia más cerebral, con una cadencia que arrastra al oyente y lo mantiene cautivo en un trance de fuzz y órgano.

El 7″ de Coral Fuzz es más que un simple lanzamiento discográfico; es un objeto de culto. Demuestra que el fuego del garage psych sigue ardiendo con intensidad, y bandas como Coral Fuzz, son las que mantienen viva la llama. Quienes logren hacerse con una de estas limitadísimas copias tendrán en sus manos un fragmento esencial del resurgimiento psicodélico actual.

Este lanzamiento en vinilo, que se editará el 22 de octubre, es una pieza de coleccionista súper limitada a solo 120 copias a nivel mundial, se convierte instantáneamente en el objeto de deseo para cualquier adicto al groove. No es solo música; es un manifiesto de la contracultura envuelto en dos cortes de dinamita sónica.