Nacho Vegas reaparece con «Alivio»
En la nueva canción, el cantautor asturiano parece haberse reconciliado con las heridas del pasado

El cantautor asturiano durante la grabación de su nuevo álbum.
El panorama musical español se alista para un regreso esperado. Tres años después de la publicación de Mundos Inmóviles Derrumbándose, Nacho Vegas está de vuelta con Alivio, el primer adelanto de su próximo álbum, que verá la luz en enero de 2026 bajo el sello Oso Polita. Este lanzamiento no es una mera novedad discográfica, sino un acontecimiento que marca un nuevo capítulo en la extensa carrera del artista asturiano, aclamado por su habilidad para explorar las profundidades de la condición humana a través de una lírica cruda y poética.
A diferencia de la melancolía que a menudo se asocia con su obra, Alivio se presenta con una inesperada luminosidad. La canción, según se ha revelado, fue concebida a partir de una experiencia de placer simple y cotidiano: un baño en la playa de San Lorenzo, en Gijón. Este origen plantea una dicotomía fascinante. En lugar de ser solo un ejercicio introspectivo, el tema emerge como un faro, un respiro y, en palabras de críticos, «todo un tratado contra el miedo». El sencillo, al combinar la búsqueda de lo bello en lo mundano con una profunda reflexión sobre las fragilidades humanas, se erige como una perfecta puerta de entrada a lo que se puede esperar del nuevo trabajo.
La gestación de Alivio refleja el proceso creativo que le ha caracterizado. Tras la chispa inicial en la playa, la canción fue grabada en un proceso colaborativo que abarcó Euskal Herria, Baix Penedés y Barcelona. En este camino, Nacho Vegas se rodeó de sus colaboradores habituales, incluyendo a Julianne Heineman, Joseba Irazoki, Hans Laguna, Manu Molina, Ferrán Resines y el violinista Joan Gerard Torredeflot. Esta constancia en su equipo de trabajo subraya la coherencia en su visión artística y en la construcción de su sonido.
La canción opera en una dualidad cautivadora. La letra ahonda en la «fragilidad y las contradicciones de la condición humana», así como en el «pulso perdido de antemano contra lo inevitable». Es una pieza que se enfrenta directamente a la miseria y al dolor, pero lo hace con una melodía que actúa como el contrapunto perfecto a la exposición de tanto sufrimiento. De hecho, el artista ha mencionado una frase que, por una extraña razón, quedó fuera de la versión final de la canción, pero que encapsula su mensaje: «Con lo poco que somos, lo mucho que nos necesitamos».
La Dimensión visual
El video de Alivio, dirigido por Jordi Santos, complementa la profundidad de la canción con una estética minimalista y simbólica. La pieza se apoya en una toma continua y única de Nacho Vegas interpretando la canción, con movimientos de cámara lentos y deliberados que reflejan el tono contemplativo del tema. El uso de luz natural y un entorno despojado elimina las distracciones, obligando al espectador a centrar su atención en la emoción cruda del artista y su interpretación.
Más allá de la introspección personal, la música de Nacho Vegas es una forma de compromiso político. Su papel autodescrito como «cronista» se manifiesta en una «poesía de la conciencia» que critica abiertamente las consecuencias de las políticas neoliberales y las injusticias sociales, particularmente en su natal Asturias. Su música se ha analizado como una respuesta a una «cultura de la conformidad», una postura que lo alinea con el movimiento de «poesía crítica».
Si bien su trabajo a menudo se asocia con un cierto «malditismo» y una invitación a la tristeza, la música de Nacho Vegas ofrece una catarsis. Como él mismo ha explicado, sus canciones le ayudaron a «poner orden en el caos del mundo» y a «sentirse vivo», funcionando más como preguntas que como respuestas.
Alivio es una pieza clave en la evolución artística de Nacho Vegas. Más que un simple sencillo, es un puente que conecta las luchas pasadas del artista con un renovado sentido de propósito. Al basarse en un momento de placer y culminar en una declaración sobre la necesidad colectiva, la canción demuestra la capacidad de Nacho Vegas para extraer lo universal de lo personal, manteniendo su identidad de cronista de las penas y alegrías.
Con este adelanto, el próximo álbum, esperado para enero de 2026, se perfila como una obra que continuará explorando las bellas y dolorosas contradicciones de la existencia humana, al tiempo que ofrecerá una nueva forma de gracia y de consuelo. Es un trabajo que promete ser un «abrazo» muy necesario para un mundo que a menudo se siente agobiado por el miedo y la incertidumbre. En última instancia, Nacho Vegas ha vuelto para recordarnos que sentir dolor es estar vivo, y que la música, en sí misma, puede ser el más profundo y necesario de los «alivios».

Periodista musical, con más de 20 años de experiencia. Amante y curioso de la música. También hago media PR y creo playlist para marcas. Music makes the place.